La intención de siembra del maíz a nivel nacional se incrementará un 25% interanual para el ciclo 2016-2017, y esto repercutirá en la superficie que podría alcanzar las 4.500.000 hectáreas, según el pronostico de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).

“A pocas semanas de dar inicio a una nueva campaña de maíz con destino grano comercial, nuestros relevamientos marcan una tendencia positiva en la intención de siembra del cereal”, indicó el informe de la BCBA.

La tendencia positiva en toda el área agrícola nacional presenta variaciones dependiendo la zona observada, debido a que en algunas “el aumento de superficie estaría acompañado de un incremento en el nivel de tecnología aplicado”. Se han relevado intenciones de cambios en la relación de siembras tempranas/siembras tardías y de segunda ocupación, la Bolsa de Cereales adjudicó este cambio “a las muy buenas reservas de humedad en los perfiles con que comenzaría la siembra en el centro del país”.

El panorama indica que la superficie prevista para el nuevo ciclo 2016/17 podría alcanzar las 4.500.000 hectáreas, cifra que refleja un incremento interanual del 25%.

Las zonas que percibieron mayores incrementos de área fueron la Centro-Norte y Sur de Córdoba, Centro-Norte de Santa Fe, Núcleo Norte y Sur.Sin embargo, la entidad destacó que esta primera proyección podría modificarse en función de la evolución de dos variables: evolución del clima y el marco económico productivo del sector. 

Por un lado, la evolución climática apunta a una siembra favorable debido a que las reservas hídricas en el centro del área agrícola nacional son «de adecuadas a excelentes».

Estas reservas permitirían realizar de manera adecuada la siembra de lotes tempranos, particularmente en las zonas Centro-Este de Entre Ríos, Centro-Norte de Santa Fe, Núcleo Norte y Sur.

A pesar de este escenario inicial, según el informe agroclimático estacional de la Bolsa de Cereales, advirtieron que comienza a configurarse un posible fenómeno de la «niña» a partir del verano, aunque de manera leve dado los efectos residuales del actual “niño”.

La evolución de las anomalías de la precipitación prevista para la próxima campaña presenta disparidades en función del área analizada: mientras que la región del Noreste Argentino (NOA) y parte del Nordeste Argentino (NEA), podrían tener muy buenos registros de lluvia apuntalando la siembra de maíz, otras zonas podrán verse afectadas por la posible disminución de los registros pluviométricos durante el verano.

Por otro lado, el marco económico productivo otorga expectativas favorables en el área a sembrar debido a disminución de los rendimientos de indiferencia del cereal, «los cuales son calculados a partir de la relación entre el precio de mercado del cereal y sus costos de producción», señaló la BCBA.

Finalmente, remarcó que otros factores positivos son el aumento en el nivel tecnológico aplicado en los planteos y la existencia de superficie no cubierta por cultivos de fina en diversos sectores del país.

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