La cadena de valor del trigo mantiene sus estimaciones de caída de al menos un diez por ciento promedio interanual para el área a sembrar con este cereal, por la falta de estímulo oficial, caída del precio internacional y la inflación que presiona a insumos y fletes, señaló el tesorero de la Asociación Argentina de Trigo (Argentrigo), Armando Casalins.

«Estamos viendo una caída en la superficie de triguera del 10 por ciento promedio (superando así apenas las 4 millones de hectáreas) porque los números del trigo están en 140 dólares y por la comercialización y las trabas de exportación», dijo Casalins a DyN.

También manifestó que «a esto se le suma que si alguien tiene que traer trigo del sur de la provincia de Buenos Aires no lo puede vender, ya que no llega a la calidad requerida por los molinos, y tampoco puede ser exportado».

«Además tiene que enfrentar las diferencias de flete, que son muy importantes y allí también está complicado. De lo que se habla es de una caída del 10 por ciento interanual en el área triguera y en algunas zonas se habla que podría llegar al 25 por ciento», dijo a DyN el asesor técnico de Federación de Acopiadores.

Según Casalins, los números para el cultivo de trigo no cierran: «El costo de los insumos creció notablemente y no crece el precio de los granos, todo lo contrario, disminuye y esto ofrece así una ecuación negativa» para el sector triguero.

Reiteró que para enfrentar esta situación desde Argentrigo la posición, se mantiene desde hace años, y apunta a reclamar una «quita de las retenciones comerciales, siendo esta una de las medidas más importantes y que fiscalmente no debería tener impacto, y además atender el tema de los ROEs».

La pasada cosecha de trigo, según datos aportados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, tocó en el 2014 un volumen de producción de 12 millones de toneladas, siendo 2,5 millones más que las trilladas en el ciclo 2012-2013.

Esta última fue considerada una de las peores de la historia de Argentina y actualmente las estimaciones realizadas por fuentes privadas estiman que la cobertura de este cereal, atento a los problemas de siembra que experimenta el sector, permitiría apenas superar los 4 millones de hectáreas.

Dicha superficie dista de los más de 7 millones de hectáreas que se lograron cubrir en el 2002.

Ir al contenido original en: infocampo.com.ar

Leer más