La cosecha de soja y maíz, sin duda que dejará buenos rendimientos, y además del clima, los nutrientes son un factor importante para haber alcanzado esos números.

Por este motivo, Infocampo dialogó con Gustavo Ferraris, técnico del Inta Pergamino especializado en Nutrición y Fertilidad de Suelos, quien aseguró que «esta campaña va a cerrar como una de las campañas donde el porcentaje de reposición de lo extraído, fue más bajo, o sea, la combinación de una fertilización bastante escasa por problemas de financiamiento y baja rentabilidad, pero a pesar de eso hubo un clima extremadamente favorable que produjo rendimientos que son históricos».

Además, Ferraris señaló que «un comentario habitual de técnicos y asesores que llevamos varios años trabajando en la zona es que este ha sido el año, desde lo climático, más favorable que recordemos. Esto va a llevar a que el porcentaje de reposición de nutrientes sea extremadamente bajo. O sea, hubo campañas donde los rindes no eran buenos, entonces la extracción no se reduce, y se llegó con el fósforo, por ejemplo en la campaña 2011/12, se ha llegado a reponer hasta más de un 70% de lo extraído con los granos. En la pasada, como los rindes fueron mejores, estuvo en alrededor del 50%, y en ésta nosotros estimamos que el porcentaje de evolución de fósforo va a estar por debajo del 50%, con lo cual es una gran extracción que se va a generar y va a repercutir, sin duda, en la producción de los próximos años».

A su vez, el especialista subrayó que «se han usado baja cantidad de fertilizan- tes por una cuestión económica; por la baja rentabilidad, el mercado cerró en un uso de alrededor de 3 millones de toneladas, que son valores de uso que teníamos en el año 2006, aproximadamente, lo cual demuestra que está estancado».

A la hora de comentar sobre el nitrógeno y el maíz, Ferraris resaltó que «el nitrógeno es un nutriente que la soja lo tiene por fijación biológica, una limitante que ha tenido el cultivo de maíz, y que ha tenido prácticamente en toda la zona, ha sido precisamente la deficiencia de nitrógeno. Años con buenas lluvias, la necesidad de nitrógeno aumenta, porque hay más lavado de nutrientes, y aparte hace que el cultivo aumente su demanda, entonces es una limitante en la productividad importante.

La campaña fina.  Ante un nuevo comienzo de la siembra de trigo y cebada, Ferraris recalcó que «para la campaña fina se va a requerir alto nivel de fertilización, porque los suelos ya están muy bajos, de por sí, naturalmente, con la caída de la materia orgánica, pero aparte hay una alta extracción de nutrientes y un lavado de los suelos con las grandes lluvias».

Y continuó: «Entonces para la fina se va a necesitar más aplicación de fósforo y azufre en la zona núcleo; de todos modos, las perspectivas que nosotros estamos viendo, si bien todavía el productor no se ha puesto a pensar en la campaña fina, es que va a haber una escasa superficie, y lo que se vaya a sembrar, quizá, lo haga con poca tecnología por la falta de perspectivas y las condiciones extremadamente desfavorables, en cuanto a mercado y precios, a punto tal que gran parte del trigo cosechado en la última campaña sigue sin poderse comercializar».

Sobre los principales elementos que definen los rendimientos, Ferraris
explicó que «así como están el nitrógeno, fósforo y azufre, que son los elementos principales, y condicionan el rendimiento, ya que pueden limitar la productividad, también empieza a  haber carencias puntuales de nuevos nutrientes; entre esos podemos contar el zinc y el boro».

Por caso, el técnico del Inta Pergamino expresó que «el zinc es para las gramíneas, como trigo, maíz y sorgo; dentro de los elementos es aquel que se encuentra con limitantes, con mayor frecuencia. En los últimos años hay numerosos reportes de respuestas positivas de rendimiento, en todos los casos se encuentra, generalmente, la baja disponibilidad de zinc en el suelo. Es cada vez más frecuente el uso y más consistente la respuesta, por lo tanto es un nuevo elemento que viene a hacer un aporte a la nutrición».

Otro elemento que hace aportes es el boro. En este caso, Ferraris expresó que «este
elemento también está con más frecuencia, pero es para hacer  foco en los cultivos de verano, como soja, girasol, y en algunos casos maíz».

Por último, el técnico del Inta expresó que «hacia los próximos años tengo el deseo de que sea favorable y permita recomponer una estructura más diversificada, con más cultivos de invierno, más gramíneas, y mejores niveles de fertilización».

Alejandro Besana, Semanario Infocampo

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