Por Javier Preciado Patiño

Luiz Beling, el ejecutivo brasileño que está al frente de la operación de Monsanto en la Argentina, pasó por el Congreso de Aapresid. «Aprendimos mucho después de esta campaña de Intacta y nos estamos adaptando a la situación», sostuvo en diálogo con Infocampo, durante el cual se abarcaron diversos temas.

-¿Cuáles fueron los motivos para ir por la compra de Syngenta?
-Hemos visto que en la industria hay muchos jugadores desarrollando los mismos productos, que hay 8 o 10  compañías químicas fuertes desarrollando moléculas químicas muy parecidas y que otro tanto sucede por el lado de las semillas y la biotecnología. Entonces vemos que hay una oportunidad de combinar el área de investigación y desarrollo para acelerar la llegada de soluciones efectivas al productor. Es decir, se trata de una forma de acelerar los desarrollos que queremos entregarle al productor. El otro tema es que si miramos dónde va a la agricultura -esta “revolución verde de datos”- a nosotros nos faltaba una pata importante que es un portfolio de agroquímicos fuerte, mientras que Syngenta se complementa muy bien con el nuestro de semillas y biotecnología. Esto otorga mucha robustez en la prescripción que le queremos dar a los agricultores.
 
-Los números de Monsanto muestran que con el tiempo el área de semillas y biotecnología se fue imponiendo sobre la de los fitosanitarios.
-Si hoy el productor tiene un problema dado, de plagas o malezas, hay compañías tratando de darle la solución por el lado de la química y otras por el lado de la genética. Entonces juntando los dos avanzamos más rápido. De eso estamos hablando.

-¿Por qué Syngenta y no otra con un perfil parecido?
-Por las sinergias que hay en los portfolios de ambas compañías. Nos complementamos muy bien. De todas maneras es un proceso que no está cerrado. Hicimos una oferta muy importante, del 43% por encima del valor de la acción, que rechazaron y ahora estamos negociando, buscando para encontrar la forma adecuada para negociar y ver si tiene o no sentido. En este último caso seguiremos por el camino en paralelo.

 -Yendo al mercado argentino, han vuelto al negocio de la semilla de soja con la marca Asgrow. ¿Cómo les está yendo?
-Asgrow es una gran marca, con la cual habíamos estado en la Argentina; nos fuimos y ahora decidimos volver. Acá es un programa de mejoramiento muy fuerte, pero todavía joven, con el que va a llevar un tiempo desarrollar las mejores variedades para el país. Pero en este corto periodo de tres años ya estamos viendo que hay materiales muy, muy buenos, principalmente en la zona norte. Ahora estamos desarrollando eso mismo para el área templada. La idea es tener un acceso al mercado con Asgrow, pero sin perder la oportunidad de trabajar con los otros obtentores, que tienen marcas muy fuertes en el mercado y que dan muchas opciones a los productores.
 
-¿Qué diferencia ves entre esta experiencia y aquella que tuvieron con Calidad Magna?
-Calidad Magna fue una muy buena idea, quizás en un momento no tan bueno, porque el mercado no se había consolidado y las reglas no estaban tan claras. Nosotros lo que vemos para los próximos diez años, la década de la soja, es que vienen muchos eventos biotecnológicos, productos biológicos y cultivares, y que hay una oportunidad de que el productor gestione el cultivo de soja de manera más intensa. El potencial de la genética es 30% más de lo que estamos sacando.

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