Ante una campaña que se prevé con lluvias intensas, las plagas pueden afectar de manera severa a la producción de los cultivos, principalmente el maíz. En este contexto, Fernando Flores, técnico del Inta Marcos Juarez, aseguró que «la oruga militar tardía puede atacar al maíz desde su germinación actuando como oruga cortadora, hasta la madurez del cultivo. Los ataques tempranos pueden afectar estados vegetativos de desarrollo mientras que los tardíos pueden dañar las espigas».

Además, el especialista resaltó que «la cuantificación del daño de Spodoptera frugiperda depende del nivel de infestación y el estado fenológico del cultivo, pudiendo oscilar el umbral económico entre 10 y 50% de plantas infestadas».

Por caso, Flores señaló que «de los resultados obtenidos se observa que el daño de Spodoptera frugiperda varía en función del material analizado. El híbrido convencional expresa una mayor disminución de rendimiento por planta individual que el material transgénico aunque con los niveles de incidencia observados la traducción de los resultados en pérdidas de rendimiento es mínima. El material transgénico expresa una menor pérdida de rendimiento por planta individual así como también una menor cantidad de plantas en las que la oruga cogollera sobrevivió».

Por otra parte, el técnico del Inta remarcó que «los niveles de daño económico no son fijos, ya que dependen de los precios de mercado, rendimientos, costos asociados al control y eficacia. Sobre la caracterización del daño producido determinó que el maíz tiene gran capacidad de tolerancia al daño si no es afectado el verticilo (Grado 4 y 5) pudiendo tolerar hasta un 30 % de plantas con dicho daño sin afectar de manera significativa el rendimiento».

Ante esto, el técnico explicó que «las escalas utilizadas así como también la evaluación de daño a campo en general se han realizado sobre materiales no-transgénicos. Desde 1998 en Argentina se cuenta con la posibilidad de utilizar híbridos de maíz transgénico resistente a insectos lepidópteros, particularmente efectivos para el control del barrenador del tallo Diatraea sacharalis. Posteriormente se liberaron otros eventos para el control específico de Spodoptera frugiperda. La eficacia de distintas proteínas insecticidas son destacadas ante su exposición frente a la oruga cogollera».

Por otra parte, el técnico del Inta manifestó que «a partir de la liberación de un evento al mercado es motivo de interés la conservación de la eficacia de las toxinas que expresan para las plagas blanco por la cuales fueron desarrollados. El objetivo del Manejo de Resistencia de Insectos (IRM) es demorar o prevenir la evolución de la resistencia que de producirse constituye esto un significativo riesgo ambiental».

Por último, Flores añadió que «en el maíz convencional los resultados indican que no hay diferencias significativas entre plantas sin daño (Testigo) y plantas que han llegado a Grado 3 en la escala de Davis pero que no poseen orugas. Se observa una disminución de 20% del rendimiento individual de plantas dañadas con presencia de oruga en relación a plantas testigo, mientras que en el maíz MG los resultados indican que no hay diferencias significativas entre plantas sin daño (Testigo) y plantas que han llegado a Grado 3 en la escala de Davis pero no poseen orugas (tabla 3). Se observa una disminución del 11 % de rendimiento individual de planta dañada con presencia de oruga en relación a planta testigo».

Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo

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