Las lluvias en el NEA vienen amenazando las distintas producciones tanto regionales como a la ganadería. La región está atravesando una situación delicada con las precipitaciones que azotan la zona. Inicialmente, se debe realizar un buen diagnóstico del establecimiento y su rodeo que nos permita visualizar la situación y tomar las medidas pertinentes.

Infocampo dialogó con Luis Gandara, técnico del Inta Corrientes, quien aseguró que «además de evaluar el grado de anegamiento y daño de los potreros e instalaciones, también será necesario detectar la presencia de lugares altos para dormideros de la hacienda y lugares de refugios. Si bien el productor los conoce de antemano, se requiere una inspección de estos lugares para obtener datos actuales de superficie disponible». A su vez, el especialista remarcó que «es necesario evaluar el estado en que se encuentra el forraje en los distintos potreros».
 
Además, en un informe realizado por el Inta resalta que «si hay potreros altos, sin anegamiento, lo ideal es subdividir el potrero con alambrado eléctrico, para lograr un uso eficiente del espacio disponible. El mismo puede utilizarse como dormidero para lo cual la superficie ideal a considerar es de 4 a 5 m2 por animal.  Asimismo, se debe considerar que los animales intensifican el pastoreo, sobre todo dentro de un radio de 500 /1.000 m de los dormideros».

Otro factor a tener en cuenta que señaló el técnico es que «si los potreros están anegados, pero pastoreables, sin dormidero, se debe permitir el ingreso de la hacienda para pastoreo por horas. Aproximadamente con 4 a 5 horas/día, dependiendo de la disponibilidad de pasto y el estado de la hacienda, los animales lograrían consumir el forraje necesario para cubrir sus requerimientos. Otra posibilidad es la división del potrero en varias partes, las cuales se van asignando, a medida que sea necesario».

Y continuó: «Si los potreros están totalmente anegados hay que impedir el ingreso de los animales para evitar la pérdida de los chicos, principalmente terneros recién nacidos, que pueden ser arrastrados por la corriente y/o ahogarse, estos tienen pocas defensas y necesitan de los lugares más secos y zonas de resguardo para su protección».

Por otra parte, el informe del Inta remarca que «es necesario clasificar e identificar las distintas categorías de animales: Esto se realiza con la finalidad de poder descartar (en caso de ser necesario) aquellas categorías improductivas o adelantar ventas previstas para otra época del año y optimizar los recursos forrajeros y de suplementación».

Entre otras de las recomendaciones brindadas para los productores es que también es esencial «cuantificar la superficie utilizable, la disponibilidad de forraje y el estado del rodeo para tomar la decisión estratégica de suplementación y/o venta de animales. En aquellos establecimientos que no dispongan de recursos forrajeros que alcancen a cubrir los requerimientos de los animales, se debe suplementar priorizando las categorías más críticas. Recordar que las vacas y vaquillonas preñadas tienen altos requerimientos de proteína en el último tercio de gestación y para la producción de leche». Además, en lo posible se deben racionar lotes de categorías homogéneas y el tamaño del lote no debe ser superior a 200 cabezas para no complicar el manejo.

Por otra parte, el técnico explicó que «las categorías que pueden manejarse juntas en caso de que se requiera serían: toros con vacas preñadas y vientres vacíos y vaquillonas por otro lado. Las vacas pariendo es una categoría que se debe manejar sola para prevenir problemas en el parto (siempre que sea posible en estas situaciones)».

Además, desde el Inta explicaron que «al momento de la elección de un suplemento se debe optar por aquellos que presenten alta concentración de proteína, energía y de materia seca. De esta manera el volumen de alimento a trasladar es menor y favorece el suministro del mismo (los caminos y accesos al campo no se encuentran en condiciones)».
Por caso, es necesario destacar que, en términos generales, los granos y subproductos (maíz, sorgo, afrechillo, pellet) tienen un alto valor nutritivo y permiten mantener el estado corporal de los vientres con poca cantidad (2-3 kg/día por vaca).

Por último, el técnico del Inta indicó que «se debe tener cuidado al suplementar, ya que los animales pueden sufrir trastornos digestivos (acidosis) si no hay un adecuado aporte de fibra en la dieta».

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