Ledesma sumó un paso más para fortalecer las exportaciones de naranjas a Chile. La empresa, que cuenta con una planta de empaque de cítricos en Jujuy, realizó una inversión de $800.000 para incorporar dos cámaras de tratamiento cuarentenario con frío.

“Es una gran satisfacción seguir exportando a Chile. Nosotros habíamos arrancado en 2014 con dos equipos de 50 toneladas, pero no lo hacíamos con cámaras propias sino que lo hacíamos en otras partes del país. Lo bueno es poder hacerlo desde el propio complejo nuestro, que nos permite un poco más de autonomía en el proceso”, contó a Infocampo Gonzalo Montagne, gerente Comercial y de Logística de Jugos y Frutas de Ledesma.

El grupo empresarial tuvo que realizar gestiones a través del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) para concretar la visita a la planta, ubicada en Libertador General San Martín, de auditores del Servicio Agrícola Ganadero (SAG). Finalmente, la entidad chilena encargada de otorgar las certificaciones aprobó dos cámaras de cuarentena de fruta mediante la resolución exenta N° 6.530 del 27 de agosto.

“No fue difícil. Es normal que tarde un poco, porque siempre con los temas relacionados a fitosanitarios hay que tener precaución. Estuvo bien trabajado por el Senasa y el SAG, y ahora estamos contentos de tener habilitadas las dos cámaras”, afirmó. La iniciativa, además, contó con el apoyo del Ministerio de Producción de Jujuy, a través de su Dirección de Sanidad y Calidad Agropecuaria.

Ledesma había dejado de exportar naranjas en 2000, a partir de algunos cambios en el régimen fitosanitario que lo volvieron muy estricto. Retomó en 2014, pero con la incorporación de las dos cámaras se asegura una mayor independencia y ahorro de costos.

Los destinos son Santiago de Chile y el norte del país, a través del Control Fronterizo Integrado Paso Jama. La primera partida es de 24 toneladas, que ya están en tratamiento desde la semana pasada. “Están cumpliendo con el tratamiento de frío que se pedía, a 1,67 grados durante 17 días. Los negocios ya están hechos, y estamos en proceso de cumplimiento del protocolo”, agrega.

Además, Ledesma cuenta con certificación Standard ISO 9001:2008. La totalidad de las fincas cítricas de Ledesma también tienen certificaciones bajo el protocolo Global GAP de Buenas Prácticas Agrícolas.

“Chile es un mercado muy interesante, porque es próximo e incipiente, dado que más allá de estas 24 toneladas queremos llegar a las 50 o 75, que sería nuestro objetivo. Es un mercado incipiente pero promisorio a la vez, porque se podría crecer de forma interesante en los próximos años”, se entusiasmó Montagne.

 Obtenida la autonomía en la producción, el objetivo en el corto plazo será consolidar el vínculo. “Primero que nada, apuntamos a atender bien al cliente, que es tanto mayorista como de supermercado, para conocer sus requisitos e ir cumpliendo con todas sus expectativas. Crecer en volumen de la mano de ellos y mandar naranjas en la medida que ellos necesiten en épocas donde su producción todavía no está en el mercado”.

Apuntar hacia la apertura de mercados

Pese a no concentrar un alto volumen de producción a nivel nacional -Montagne apuntó que no llega al 10%- Ledesma es el principal exportador de naranjas en el país, con aproximadamente 25.000 toneladas, además de destinar unas 5.000 al mercado interno. Su principal mercado es la Unión Europea, especialmente España, Holanda e Italia. Otros mercados son Rusia y Oriente Medio.

La consolidación en el mercado chileno fue una de las conquistas más importantes que se había propuesto la compañía. Ahora, todos los cañones apuntan a Estados Unidos, el blanco número uno del sector citrícola, sobre todo el limón.

“Eso va de la mano de las gestiones políticas y del Senasa. Creo que no van a ser por ahí tan rápidas, pero estoy convencido de que en algún momento, en unos años, se va a poder abrir. Sería un paso muy importante para el sector”, señaló.

La apertura de mercados, asegura Montagne, es la principal estrategia: “En el mercado de productos frescos, como son las frutas, hay que tener mercados abiertos para poder ir abasteciendo distintos mercados, y si alguno se complica, volcarse más a otro. El mercado europeo es el principal, y no queremos que se caiga nunca, pero necesitamos de otros. Esto tiene que ver con el equilibrio de estar construyendo siempre nuestros productos”.

Por Agustín Monguillot, Semanario Infocampo

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