La presente campaña termina con una cosecha récord en soja y maíz. Ahora bien, los cultivos para haber alcanzado esos rendimientos extrajeron nutrientes del suelo que se deben reponer. A su vez, también los micronutrientes empiezan a tener un papel fundamental en el desarrollo y aumento de rinde.
Por este motivo, Infocampo dialogó con Agustín Bianchini, titular de Okandu Agropecuaria, y aseguró que «esta campaña en el sudeste de la provincia de Córdoba, hemos tenido rendimientos mayormente muy altos, como mayoría de las zonas, fue en ambos cultivos, tanto maíz como soja, hemos visto, rendimientos a nivel de lote de 6 toneladas y media, cuando hacia muchos años que no se veían esos niveles».
Además, el especialista remarcó que «en lo que hace a reposición de nutrientes lamentablemente seguimos en bajos niveles por debajo del 40% y eso es producto de un montón de razones, pero fundamentalmente económicas, también el tema de arrendamiento que cerca del 70% del área esta bajo esa condición y muchas veces con contratos a corto plazo, entonces, eso limita la posibilidad de que el productor incluya otros cultivos que no sean soja en la rotación y no haga inversiones en fertilizantes, que es lo que debería hacer».
A la hora de analizar el impacto de los micronutrientes y los beneficios que tienen para el cultivo, principalmente el zinc en maíz, aseveró que «normalmente las dosis de zinc que maximiza el rendimiento esta entre 1 y 2 kilos por hectárea, es decir que, al ser micronutrientes no se requieren grandes cantidades y la herramienta de diagnostico que se utiliza es el análisis de suelo, que cuando esta por debajo de 1ppm (parte por millón), ahí empieza a haber respuesta».
Y continuó: «Nosotros tanto en esta campaña como en la anterior hemos visto respuestas entre 400 y hasta 600 kilos en el cultivo de maíz con la aplicación de zinc a la siembra con fuentes solidas fundamentalmente, pero también es posible aplicarlo junto con la semilla o aplicarlo en forma foliar en etapas avanzadas del cultivo».
Al ser campañas con alta extracción de nutrientes, empieza a ver deficiencias en los suelos. Por caso, Bianchini resaltó que «en general la mayor parte de los suelos y a medida que uno se desplaza hacia el oeste, a los suelos mas arenosos como la zona de Rio Cuarto, empieza a haber cada vez más deficiencia de zinc, fundamentalmente asociada a la textura del suelo y a los niveles de materia órganica. Cuando el nivel de materia órganica se cae, y el contenido de arena aumenta, generalmente los niveles de zinc en el suelo caen».
A su vez, el titular de Okandu explicó que «estamos empezando a ver deficiencias de zinc, en la zona sudeste de Córdoba, una zona tradicionalmente de suelos con muy alta fertilidad y que evidentemente esa fertilidad no dura eternamente sino que empieza a caer a medida que uno empieza a cultivar y extraer nutrientes que no se reponen». En está línea, Bianchini indicó que «evidentemente cuando uno piensa en un planteo de zinc debería tener cubierto tanto nitrógeno, como fósforo y azufre».
«Evidentemente lo mas recomendable es primero atender a los macronutrientes que son los que se requieren en mayor cantidad y también son deficitarios en una mayor cantidad de lotes, entonces frente a ese tipo de situaciones esta bien que un productor se concentre en nitrógeno, fósforo y azufre en caso de maíz, o solo fósforo y azufre en caso de soja, y después atienda otros micronutrientes como el zinc en maíz o el boro en soja», aseguró el titular de Okandu.
El boro es para la soja
La soja también necesita de micronutrientes para mejorar su rinde. Por este motivo, Bianchini indicó que «nosotros hemos tenido también respuestas entre 150 a 300 kilos con la aplicación de boro en soja». Sin embargo, el especialista expresó que «el boro no va solo, sino con calcio también».
Además, el técnico explicó que «hemos probado productos de distintas empresas, hemos visto respuestas interesantes, pero no esta del todo claro es en que ambientes hay respuestas y en cuales deja de haber respuestas». Por último, Bianchini dijo que «estamos trabajando en el desarrollo de herramientas de diagnostico».
Por Alejandro Besana, Semanario Infocampo
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